Encuentros de engranajes
A lo largo de noviembre y diciembre vamos a celebrar distintos encuentros en la geografía española en los que tendremos la oportunidad de darnos un abrazo, hacernos una foto, y compartir (espero) un momento de calidad. Quiero que asista a uno de ellos porque disfruto mucho recibiendo la energía de mis lectores. Pero, y esto es importante, no se sienta en la obligación de comprar un libro para acudir. Si lo compra bien, pero lo verdaderamente importante es el abrazo y la mirada genuina. Eso es algo que jamás nos podrá arrebatar la IA.
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Gracias por venir. Por cruzar la ciudad, por hacer cola, por perder horas que podrías haber dedicado a cualquier otra cosa. No se me escapa lo que implica: dejar el trabajo antes, buscar aparcamiento, esperar de pie, y aun así llegar con una sonrisa y un libro en la mano. No hay mayor privilegio que ese gesto. Cada firma y cada un abrazo, me recuerda que las palabras todavía pueden convocar cuerpos, miradas, respiraciones reales. Y eso, en este tiempo de pantallas y distracciones perpetuas, es casi un milagro. Así que gracias. Por creer que la literatura sigue mereciendo el esfuerzo. Por darme, con TU presencia, la prueba tangible de que no escribo al vacío.
Datos prácticos y preguntas de interés
¿Por qué en centros comerciales y no en librerías de barrio? ¿Te has vendido al capital?
Si los encuentros hubieran tenido lugar en verano, sin duda se habrían realizado en librerías de barrio, como ha ocurrido en el pasado. Pero ten en cuenta que es pleno invierno y el clima puede jugarnos una mala pasada. Organizarlos en centros comerciales me garantiza que nadie pasa frío mientras espera su turno.
¿Habrá colas?
Es muy probable, si tenemos en cuenta los últimos encuentros que he realizado. Para mitigarlo, estoy empezando mucho antes de lo habitual, y de ese modo, acabaremos antes y posiblemente haya menos follón. Cuando el canal era pequeñito, organizaba modestas cenas con seguidores para comer empanadillas chinas. Lamentablemente, esto ya no es posible. Sin embargo, quiero que veas las colas como una oportunidad para entablar amistad con personas afines a ti. Por lo tanto, no sólo tienes permiso, sino que te exijo que entables conversación con los seguidores que te toquen delante y detrás. De mis firmas han surgido grupos de Whatsapp e incluso alguna pareja.
¿A las tres de la tarde un día laborable? ¿En serio?
Verás que en los horarios se indica cuándo empieza la firma, pero no cuándo acaba. En caso de que haya mucha gente, yo me quedaré fuera, firmando sobre un cubo de basura, como Diógenes de Sinope. No me iré hasta que la última persona no haya sido recibida, por lo que puedes venir a la hora que quieras después del comienzo de las firmas.
Mi consejo es que vengas a primera hora, cuando posiblemente haya menos gente. Habrá más tiempo para conectar. Si vienes después, posiblemente te encuentes más cola.
¿Te llevo algo?
Por favor, no traigas nada más que tu sonrisa y tu abrazo. Viajo muy ligero, y no sé si podré llevarme regalos o recuerdos de vuelta a Chipre. Siempre lo agradezco, pero lo desaconsejo.
¿Tengo que comprar el libro?
Rotundamente no. Puedes hacerlo, pero no es imprescindible. Lo importante es que podamos compartir un breve momento de calidad.
¿Tengo que llevar el libro o habrá stock?
Habrá stock en todas las librerías, así que puedes comprarlo allí. Si lo traes, ven con el ticket para evitar suspicacias por parte del personal de la librería.
¿Me puedo hacer fotos?
Sí, claro. También enviaré audios a personas que no hayan podido acudir, y jamás he negado un abrazo. Pide lo que quieras. No te cortes.
¿Y si hay un imprevisto?
Es importante que consultes mi Twitter el día D, por si ocurriera algo que me impidiera acudir. Por ejemplo, si caigo enfermo.
¿Estarás en mi ciudad?
En esta ocasión, estaré únicamente en las ciudades indicadas.