El vértigo
Bueno, pues el libro ya está a la venta. Llevo varias semanas mordiéndome los nudillos e intentando no desvelar el secreto, porque el departamento de marketing de la editorial Planeta estaba convencido de que debería darles a ustedes la sorpresa para evitar que se hartaran de mi y me mandaran a paseo, si durante tres o cuatro meses les iba diciendo, en plan Gila, “alguien va a publicar un liiibrooooo”.
Y por fin, el cinco de septiembre, estrenaba este vídeo:
Es muy curioso cómo funciona esto de internet. Un día, tienes toda la confianza del mundo de tu público, te infiltras como Perico por su casa en los dormitorios, en las conversaciones de la sobremesa, formas parte de su rutina, eres casi un amigo, un miembro más de la familia, como el gato o un tío tullido al que hacerle caso un par de veces por semana. Al día siguiente, te cogen una manía tremenda porque has dicho algo que no les ha gustado, o porque ellos creen que estás intentando forrarte de alguna forma oscura.
La polémica en este caso, se centró en si yo había pecado de clickbait. “Es que has anunciado que ibas a contar algo importante, y no lo era”, me decían. Hostia, no lo será para usted. Para mi sí, que yo no publico libros todas las semanas. De hecho, el último que publiqué fue hace ¡seis años!. Imagínese si será importante. Podrían reprocharme que hubiera hecho clickbait si hubiera puesto una foto de Irene Montero y Pedro Sánchez en la miniatura, con un título en plan “YA ESTÁN AQUÍ LOS MINUTOS DEL ODIO, MÁS FUERTES QUE NUNCA”. Pero no. Yo sólo dije que tenía algo importante que contarles. Y para mí, ha sido muy importante.
Con este libro, me juego un poco mi nuevo modelo de vida. Quiero ver si es posible vivir dignamente de producir contenidos de calidad sin tener que estar mendigando un Pátreons de esos. Estoy en contra del Pátreons porque sé a ciencia cierta que, el día que admita una donación por adelantado de alguien, ese alguien se sentirá con todo el derecho del mundo de reclamarme que no suba el vídeo que él quiere ver, o que no opine como él espera que opine. Ya lo hacen sin pagar nada, imagínense si les cobro cinco euros. Considero infinitamente más valiosa mi independencia. La verdad es que soy un poco estúpido con esto. Estoy convencido de que si alguien me escribe para decirme que no le ha gustado mi libro, soy capaz de ofrecerle un reembolso de mi propio bolsillo.
En fin.
Total, que van ustedes y, en 24 horas, me ponen el libro como el segundo más vendido de todos los libros que vende Amazon. Ojo, de todos los fáquin libros. Si nos fijamos en las categorías en las que está (filosofía occidental, autoayuda), mi libro es el más vendido. Number one. Ahí es nada.
Imagínense mis sudores fríos. Hubiera preferido, tal vez, hacer una tímida encuestiña entre cien incautos para saber si le seguimos dando a la manivela de la imprenta, pero no. De repente, miles de personas se ponen a comprar el libro como si fuera pan. Qué responsabilidad y qué vértigo.
En menos de 24 horas, han puesto ustedes mi nuevo libro como el segundo más vendido de tooooodos los que vende Amazon, y el primero en cada una de sus categorías. Nunca lo hubiera soñado, estoy muy agradecido. Aquí les dejo más información sobre el libro.https://t.co/QfXDeeRohU pic.twitter.com/MNjPPIaEFK
— 🇨🇾 Fabián C. Barrio (@salidarvuelta) September 6, 2024
Cada vez que alguien elige tu libro entre tantos, una corriente de emoción y miedo recorre tu cuerpo. Es un momento de vulnerabilidad absoluta, donde tus palabras, que nacieron en la soledad de tu mente, son ahora expuestas al juicio y la interpretación de otros.
Esa conexión invisible que se crea entre el autor y cada lector es un hilillo de incertidumbre y esperanza. Uno se pregunta cómo serán recibidas sus ideas, si sus emociones lograrán traspasar las páginas. Y, sin embargo, en medio de esa ansiedad, hay una euforia indescriptible: la satisfacción del autor de saber que su historia ya no le pertenece sólo a él, que está siendo leída, compartida, y vivida por otros. En ese instante comprendes que el arte de escribir no está en controlar el destino de tus palabras, sino en lanzarlas al vacío y permitir que ellas encuentren su propio camino en el corazón del mundo.
Total, que tres días más tarde, el editor me enviaba un whatsapp. Que han comprado ustedes todas las magdalenas y hay que meter más en el horno.
Han agotado ustedes, en tres días, la primera edición de mi libro antes de que saliera a la venta. En imprenta la segunda edición. Les estoy MUY agradecido. Les espero en las presentaciones de Madrid (27 de septiembre) y Barcelona (28 de septiembre).https://t.co/ra7IvmvKms pic.twitter.com/gD19IEGN2q
— 🇨🇾 Fabián C. Barrio (@salidarvuelta) September 9, 2024
Supongo que la próxima presentación podré hacerla montado en un Lamborghini y habré contratado a un enano que me susurre al oído que soy un mortal, pero por el momento, déjenme disfrutar un poco de este vértigo roedor. Si quieren venir a una de las presentaciones que he preparado con tanto cariño, será un placer firmarle allí el libro.
Y de paso, les doy un abrazo con arrimón de pito.